Colecta nacional apoya las necesidades para la jubilación en las ordenes religiosas de Estados Unidos
La colecta nacional anual del Fondo para la Jubilación de Religiosos se llevará a cabo en la mayoría de las parroquias católicas de Estados Unidos del 11 al 12 de diciembre. Coordinada por la Oficina Nacional de Jubilación para Religiosos (NRRO, por sus siglas en inglés) de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), este llamado para la recaudación de fondos ayuda a cientos de comunidades religiosas a cuidar de sus miembros ancianos.
Los obispos de Estados Unidos iniciaron la colecta en 1988 para resolver la carencia importante de financiación para la jubilación entre las órdenes religiosas de este país. “Estoy profundamente agradecida a los católicos de todo el país que apoyan fielmente el Fondo para la Jubilación de Religiosos”, dijo la hermana Stephanie Still, directora ejecutiva de NRRO y miembro de las Hermanas de la Presentación de San Francisco. “Su generosidad permite a nuestra oficina proporcionar asistencia financiera vital a centenares de comunidades religiosas cada año”.
A diferencia de las colectas que las diócesis tienen para sus sacerdotes diocesanos jubilados, este esfuerzo nacional beneficia a las órdenes religiosas en Estados Unidos. Conocidos colectivamente como “mujeres y hombres religiosos”, la mayoría de las hermanas, hermanos y sacerdotes mayores de órdenes religiosas católicas sirvieron por bajos salarios en ministerios en escuelas católicas, parroquias y servicios sociales. Hoy en día, cientos de órdenes religiosas enfrentan una escasez crítica de ahorros para la jubilación.
Al mismo tiempo, los ingresos de los religiosos que participan en el ministerio compensado no alcanzan a cubrir el creciente costo del cuidado de los ancianos. Según los datos de la NRRO, los religiosos jubilados superan en número a los miembros más jóvenes y asalariados en aproximadamente tres a uno, y el costo total de la atención para los religiosos mayores supera los $1,000 millones anuales.
Desde que se lanzó la colecta, los católicos estadounidenses han donado un total de $919 millones. El llamado en el 2020 recaudó $20.7 millones, y se desembolsó asistencia financiera a 321 comunidades religiosas elegibles en todo el país. Las comunidades combinan estos fondos con sus propios ingresos y ahorros para ayudar a cubrir los costos del cuidado de los ancianos. Los ingresos de la colecta también respaldan iniciativas educativas y de consultorías que ayudan a las comunidades a mejorar la prestación de atención y planificar los gastos de jubilación a largo plazo.
“Nuestra misión es ayudar a las comunidades religiosas a satisfacer las necesidades continuas de sus miembros mayores”, comentó la hermana Stephanie Still. “Seguimos agradecidos por todos aquellos que apoyan estos esfuerzos”.
Visite www.retiredreligious.org para más información.
Foto principal: Mujeres en la iglesia St. James en Louisville, Ky., pasan cestas de recolección durante la misa de Pascua el 4 de abril de 2021, en medio de la pandemia de coronavirus. (Foto del CNS / Amira Karaoud, Reuters)