Cardenal Tobin: ‘Dios viaja con nosotros; guía nuestro camino’

Mis queridas hermanas y hermanos en Cristo,

¡Feliz Año Nuevo!

Como dije en mi videomensaje para el día de Año Nuevo: “Independientemente de cómo celebremos el Año Nuevo, hoy es una ocasión en la que esperamos nuevos comienzos, nos proponemos nuevas resoluciones, compartimos nuevas ilusiones y vislumbramos nuevos retos.  Pero hoy celebramos también la solemnidad de María Madre de Dios. Como Madre de Dios, también se le honra como Reina de la Paz – un don tan necesario hoy”. Espero que hayan tenido una celebración de Año Nuevo llena de alegría, y les deseo toda gracia y bendición durante el próximo año.

En su Mensaje para la 56ª Jornada Mundial de la Paz, el 1 de enero (ver texto completo más abajo), el Papa Francisco dice:

Aunque los acontecimientos de nuestra existencia parezcan tan trágicos y nos sintamos empujados al túnel oscuro y difícil de la injusticia y el sufrimiento, estamos llamados a mantener el corazón abierto a la esperanza, confiando en Dios que se hace presente, nos acompaña con ternura, nos sostiene en la fatiga y, sobre todo, guía nuestro camino.

No se me ocurre mejor manera de comenzar este nuevo año que tomando a pecho este mensaje sinodal de nuestro Santo Padre. Por muy mal que parezcan las cosas, nuestro Dios camina con nosotros—“nos acompaña con ternura” y “sobre todo, guía nuestro camino”.

Como saben, actualmente estamos inmersos en un proceso sinodal plurianual de oración, escucha activa y discernimiento de la voluntad de Dios para nosotros, la Iglesia. El tema de este sínodo es “Por una Iglesia sinodal: Comunión, Participación y Misión” y este viaje se desarrolla en fases durante un período de tres años, desde octubre de 2021 hasta octubre de 2024.

El año pasado, durante la Fase I, las diócesis de todo el mundo participaron en un discernimiento orante a través de sesiones de escucha que invitaron a todo el Pueblo de Dios a reunirse y compartir sus esperanzas y sueños, sus alegrías y frustraciones, y sus esperanzas de un futuro mejor para nuestra Iglesia y nuestro mundo. Nuestra Arquidiócesis participó activamente en esta primera fase del Sínodo, y el informe resumido que presentamos a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) puede consultarse en nuestra página web rcan.org. Los animo a que lo lean en oración.

Ahora estamos en la segunda fase del proceso del Sínodo. Se trata de la Fase Continental, en la que representantes de cada uno de los cinco continentes se reúnen para revisar los resultados de las sesiones mundiales de escucha que se celebraron en la Fase I. Estos grupos continentales están trabajando a partir de una síntesis de todos los informes presentados por las conferencias episcopales de las diversas regiones de la Iglesia Universal.  El Documento para la Etapa Continental (DCS) se titula Ensancha el espacio de tu tienda (Is 54,2), y en él se afirma claramente que es “un trabajo en desarrollo”, no un producto acabado ni una declaración de la doctrina de la Iglesia. Por el contrario, este documento pretende permitir que “las voces del Pueblo de Dios de todas las partes del mundo [hablen] tanto como sea posible en sus propios términos y encuentren resonancia”.

Los animo a leer Ensancha el Espacio de tu Tienda en su totalidad. Está disponible en línea en synod.va, y, como dice el documento de trabajo en la Introducción, este documento de trabajo “expresa el sentido compartido de la experiencia de la sinodalidad vivida por los participantes. Lo que surge es una profunda reapropiación de la dignidad común de todos los bautizados. Este es el auténtico pilar de una Iglesia sinodal y el fundamento teológico de una unidad capaz de resistir el impulso al uniformismo. Esto nos permite seguir promoviendo y aprovechando la diversidad de vocaciones y carismas que el Espíritu, derrama sobre los fieles con una abundancia inesperada”.

Mientras leen el documento de trabajo y rezan por el éxito de este proceso plurianual, los animo a tener presente por qué el Papa Francisco nos ha desafiado a emprender este viaje ahora. Como dice tan claramente nuestro Santo Padre en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz:

El COVID-19 nos sumió en medio de la noche, desestabilizando nuestra vida ordinaria, trastornando nuestros planes y costumbres, perturbando la aparente tranquilidad incluso de las sociedades más privilegiadas, generando desorientación y sufrimiento, y causando la muerte de tantos hermanos y hermanas nuestros.

Haga clic aquí para continuar leyendo la columna del Cardenal Tobin.

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