Un Plan Pastoral para una Iglesia sinodal
“En este momento de gracia, los obispos de los Estados Unidos afirmamos de nuevo que la
presencia hispana/latina entre nosotros es una bendición de Dios para la Iglesia y para nuestro
país.” Así comienza el Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino, documento aprobado hace un año por los obispos de los Estados Unidos.
Este Plan reconoce la importancia que los hispanos tienen para la Iglesia, así como las contribuciones hechas y los dones que ellos traen consigo. Su historia en estas tierras es tan larga como la historia misma del país, y su importancia en la realidad eclesial, muy grande en el presente, será aun mayor en el futuro. Por eso, los obispos vieron la necesidad de formular un Plan Pastoral que ofreciera la visión y las líneas de acción pastoral que guíen a los ministros pastorales en los próximos años.
Este Plan Pastoral, nacido como fruto del V Encuentro Nacional Hispano y en un momento en que se respiran aires de sinodalidad, es una guía excelente que brinda una serie de estrategias y prioridades pastorales para los diferentes niveles en los que la Iglesia lleva a cabo su misión.
Inspirados en este plan nacional, cada diócesis –y después cada parroquia– tendrá la tarea de elaborar su propio plan que responda mejor a su realidad diocesana y parroquial.
Para ayudar en este proceso y familiarizarse con el Plan Pastoral Nacional los directores del Ministerio Hispano de las diócesis de New Jersey y Pensilvania organizaron el pasado sábado 15 de junio un día de estudio en el Centro Juvenil San Juan Pablo II en Kearny, New Jersey.
Allá fueron llegando temprano en la mañana los más de doscientos delegados de diferentes diócesis del este y del oeste del rio Delaware. Llegaron de la arquidiócesis de Filadelfia, y de las diócesis de Allentown, Harrisburg y Pittsburg, al igual que de las cinco diócesis de New Jersey. A los de la Arquidiócesis de Newark nos tocó la suerte de ser los anfitriones.
Fue un día completo dedicado a familiarizarse primero con el Plan, y a ver después cómo establecer procesos de implementación en cada diócesis. Conferencias y trabajo en grupos. Compartir ideas y practicar la escucha. Todo esto envuelto en momentos de oración y acompañado de la música alegre e inspiradora del grupo Locuras por Cristo de la parroquia del Monte Carmelo de Jersey City.
El momento más sentido del día fue la celebración de la Eucaristía presidida por el Cardenal Joseph Tobin y concelebrada por Mons. Edward Deliman y Mons. Christopher Cook, obispos auxiliares de Filadelfia, por Mons. Gregory Studerus y Mons. Elias Lorenzo, obispos auxiliares de Newark, y un grupo de sacerdotes, acompañados de algunos diáconos, que participaban en el encuentro. La homilía del Cardenal Tobin dejó, entre sonrisas, semillas profundas de reflexión.
Al concluir el día, muchos de los participantes expresaron la alegría de ser parte de un proceso del que ahora conocen mejor su historia y del que se sienten ya protagonistas para ayudar a que dé fruto en sus comunidades. Cada diócesis debe encontrar el tiempo y la manera que esta semilla fructifique en sus ambientes. Un reto grande para ser llevado a cabo con una gran dosis de humildad y de perseverancia.
Tras la oración final, entre despedidas y abrazos de personas que se sienten unidas por la misma misión, se escuchaban expresiones de agradecimiento por la buena acogida de nuestro equipo arquidiocesano, además del buen servicio dispensado por los encargados del Centro Juvenil.
Ahora nos toca también a nosotros pensar en cómo y cuándo seguiremos el proceso que nos lleve a elaboración de un plan pastoral, tantas veces soñado, para nuestra Arquidiócesis.