Salvan de las llamas la iglesia de Saint Lucy
Hace pocos días atrás la parroquia de Saint Lucy en Newark sufrió un incendio. Tras las primeras pesquisas se cree que se inició en un circuito eléctrico. Las llamas y el agua utilizada para sofocar el fuego dejaron seriamente comprometida la construcción donde funcionaban la rectoría y otras dependencias administrativas, sin afectar en absoluto la iglesia y el reconocido internacionalmente Santuario de San Gerardo.
Podemos decir que la acción valerosa y oportuna de la policía, bomberos, miembros de EMS y por supuesto de otras personas que, como ángeles enviados, estuvieron en el lugar preciso y en el momento que fueron necesitados. Así es el caso del concejal municipal Luis Quintana o el patrullero que estuvieron en el inicio mismo de la catástrofe haciendo las llamadas de auxilio y demás protocolos. Evitaron que el incendio alcanzara a la iglesia y con esto preservaron el ancestral templo, santuario y más riquezas que datan de 1891. La presencia del párroco, P. Paul y su equipo de colaboradores que con agilidad se movilizaron, impidieron que el siniestro fuera mayor. Los que hemos pasado por St Lucy a visitar no solo el templo sino a los amigos como P. Luigi y Omar, el secretario pastoral, sabemos que lo arriesgan todo por mantener a buen recaudo su casa.
Hay que agradecer a la Providencia y a todos estos héroes locales que permiten que Saint Lucy siga abierta a sus parroquianos y peregrinos. El Cardenal Tobin estuvo pendiente desde el primer momento a través de su colaborador cercano y de la presencia de su obispo auxiliar Manuel Cruz, quienes aseguran hasta hoy el bienestar de todas las personas relacionadas con la parroquia y de sus sacerdotes, religiosos combonianos, que por ahora viven en la catedral.
Si la iglesia de Saint Lucy es conocida en nuestra Arquidiócesis por ser la casa donde la comunidad italiana se reúne para festejar sus devociones, no es menos conocida a nivel nacional e internacional por constituirse el lugar de peregrinación para rezar y pedir los favores del santo patrono de las mujeres que quieren ser madres, San Gerardo, al que también se le atribuye ser el guía para una buena confesión. Por la razón que los motive, muchos feligreses llegan y reclaman la reliquia y el pañuelo de San Gerardo, sacramentales que mantienen la fe en nuestra iglesia y sus santos.
La iglesia de Saint Lucy y el santuario de San Gerardo seguirán recibiendo a sus fieles gracias al trabajo valeroso de los héroes locales. Por el momento sus improvisadas oficinas están en el sótano de la iglesia y, aunque con sus servicios básicos disminuidos, festejaron la fiesta del Corpus Christi con toda la solemnidad.