Líderes católicos y grupos provida comparten sus posiciones sobre la reautorización del PEPFAR

WASHINGTON — El inminente debate sobre la reautorización del PEPFAR ha hecho que algunos defensores de la vida expresen su preocupación acerca de la posibilidad de que parte de los fondos se destinen al aborto, mientras que otros afirman que existen garantías para prevenir tal gasto.

PEPFAR, el Plan de Emergencia del Presidente de los EE.UU. para el Alivio del SIDA, autorizado por el Congreso y el Presidente George W. Bush en 2003, constituye el esfuerzo global del gobierno estadounidense para combatir el VIH/SIDA. Se trata del mayor programa de salud mundial dedicado a una sola enfermedad.

PEPFAR ha contribuido a salvar 25 millones de vidas y a reducir la propagación de la epidemia, y se considera un ejemplo exitoso de bipartidismo, que ha continuado en todas las administraciones presidenciales desde entonces. El programa, en parte, distribuye antirretrovirales en países donde hasta un tercio de los adultos han sido afectados. Los fondos destinados a PEPFAR han ascendido a más de 110.000 millones de dólares hasta la fecha; el Congreso estudiará su reautorización este año.

Sin embargo, algunos grupos provida han alertado acerca de la posibilidad de que los fondos se destinen a abortos en la posible reautorización de este año.

El Rep. Chris Smith, R-N.J., defensor desde hace tiempo del PEPFAR, expresó este año su preocupación por la reautorización sin que expresamente se prohíba a los administradores financiar a grupos que promuevan el acceso al aborto.

Algunos grupos provida y conservadores, incluyendo la organización Susan B. Anthony Pro-Life America, han anunciado planes para calificar en contra de un voto a favor de la reautorización del PEPFAR en su forma actual en sus tarjetas de puntuación congresionales para legisladores.

La vicepresidenta de políticas públicas de Susan B. Anthony Pro-Life America, Autumn Christensen, afirmó en declaraciones a OSV News que la organización “apoya los esfuerzos para garantizar que el PEPFAR siga centrado en su misión principal: abordar el VIH/SIDA”.

“Al tratarse del mayor programa de salud mundial financiado por los contribuyentes estadounidenses, siempre ha sido un blanco para las organizaciones que quieren desviar fondos con el objetivo de abolir las leyes provida en todo el mundo”, dijo Christensen. “Lamentablemente, esta administración ha cedido a las presiones del lobby abortista internacional y ha integrado medidas de educación sexual y salud reproductiva más amplias (que incluyen el aborto) en sus planes estratégicos”.

Christensen explicó que el PEPFAR “ha sido una maravillosa política bipartidista que ayuda a combatir el VIH/SIDA en todo el mundo. Por eso resulta atroz que la administración de Biden esté presionando para que se financie a grupos abortistas que brindan ‘servicios de salud reproductiva’ que promueven el aborto — el PEPFAR debería centrarse únicamente en salvar vidas, no en arrebatarlas”.

El gobierno de Biden pretende una reautorización “limpia” del programa por cinco años, sin cambios en las políticas, lo que habría permitido al Congreso aprobar la legislación PEPFAR tal como está, sin discutirlo en detalle dando lugar al debate.

Pero Christensen argumentó que, si el Congreso aprueba la reautorización del programa PEPFAR sin cambios en las políticas, estaría dando su aprobación tácita a los esfuerzos de la administración para incluir el aborto en el programa.

Por otra parte, recomendó la reautorización de un año del PEPFAR propuesta por el Rep. Mario Díaz-Balart, R-Fla., quien propone una reautorización del programa con ciertas condiciones, incluyendo la transparencia en el uso de los fondos y que además “destina fondos a organizaciones no gubernamentales extranjeras que no promueven ni practican el aborto”.

Sin embargo, otros han argumentado que las afirmaciones de que el PEPFAR promovería el aborto en el extranjero carecen de fundamento, incluyendo la administración Biden, la cual ha negado que se utilice el PEPFAR para tal fin.

La legalidad y disponibilidad del aborto varía en los países receptores. Según el Instituto Guttmacher, que apoya el aborto legal, se estima que el 93% de las mujeres en edad reproductiva en África viven en países donde las “leyes restrictivas sobre el aborto” son muy estrictas y limitan el acceso de las mujeres a este procedimiento.

En junio, en declaraciones realizadas a Político, un medio de noticias, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado Bob Menéndez, D-N.J., quien apoya el aborto legal, aseguró que las afirmaciones de que el programa financiaría abortos son una “calumnia”.

“Al vincularla con el tema del aborto, están tratando de politizar una iniciativa de George Bush que ha sido exitosa en todo el mundo, especialmente en África”, afirmó.

El 14 de julio, Catholic Relief Services y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos enviaron una carta a los legisladores del Congreso. En la carta, estas organizaciones argumentaron a favor de la reautorización de PEPFAR al tiempo que esbozaron principios importantes para guiar al Congreso.

“Mediante esta carta queremos reafirmar la extraordinaria labor realizada hasta la fecha por el PEPFAR con el fin de salvar vidas. También queremos resaltar nuestro apoyo firme y continuo a sus objetivos, con la esperanza de que el programa continúe llevándose a cabo con fuerza”.

En la carta, además de expresar sus objeciones morales hacia los condones y su suministro en cualquier programa, las organizaciones añaden que “el trabajo de salvar vidas de PEPFAR nunca debería verse vinculado con la promoción del aborto, que consideran un mal grave y lo contrario al cuidado que salva vidas”.

El Congreso, en pleno receso de agosto hasta el Día del Trabajador, probablemente estudiará la reautorización del PEPFAR a su regreso, ya que algunas de las disposiciones del programa expiran el 30 de septiembre.

Los congresistas Abigail Spanberger, D-Va., y Mike Lawler, R-N.Y., lideraron un grupo de 75 demócratas y republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para reiterar su apoyo al PEPFAR en una carta enviada el 20 de julio a Antony Blinken, secretario de estado, y al coordinador mundial de Estados Unidos para el Sida y alto funcionario de la Oficina de Diplomacia y Seguridad Sanitaria Mundial, el embajador Dr. John N. Nkengasong.

“Apoyamos con entusiasmo la reautorización de PEPFAR, que se beneficia de un fuerte apoyo bipartidista”, se puede leer en la carta. “También apoyamos el compromiso de la Administración para lograr que, para el 2030, el VIH/SIDA ya no represente una amenaza para la salud pública”.

En la carta, los congresistas se mostraron especialmente preocupados por el hecho de que en 2021 “aproximadamente 130.000 recién nacidos estaban infectados por el VIH en el África subsahariana”, muchos de los cuales morirían en los primeros años de vida y otros requerirían “cuidado de por vida, que es costoso y difícil de llevar a cabo”.

“A menos que se haga algo realmente diferente, estas mujeres seguirán sufriendo, muriendo y transmitiendo el SIDA a sus bebés”, afirmaron. Además, abogaron por la reactivación de un programa financiado por el PEPFAR durante la administración del presidente Obama, que logró reducir la mortalidad materna en un 40% y aumentar el tratamiento del VIH en un 71%.

En una declaración que acompañaba a dicha carta, el Dr. Jon Fielder, cofundador y director ejecutivo de Africa Mission HealthCare, y Mark Gerson, cofundador y presidente del consejo de administración, destacaron su apoyo al PEPFAR, al tiempo que hicieron hincapié en su potencial para salvar a madres y bebés.

“Si bien se han logrado salvar millones de vidas gracias a la notable y visionaria labor del PEPFAR, todavía queda mucho por hacer para lograr el control total de la epidemia de VIH/SIDA y prevenir la transmisión de madre a hijo”, afirmaron.

“Nos alienta profundamente este apoyo bipartidista hacia las madres con VIH y sus bebés en África”, declararon Fielder y Gerson. “PEPFAR puede diseñar e implementar de manera efectiva programas clínicos que permitirán a millones de madres y bebés cursar un embarazo seguro, culminando con el nacimiento de un bebé sano”.

En un evento celebrado en febrero en Washington para conmemorar el 20 aniversario del programa, Bush dijo que Estados Unidos es una nación próspera “a quien mucho se le ha dado, mucho se demandará”, en referencia a las palabras de Jesucristo en Lucas 12,48.

Bush argumentó que el programa responde tanto a los intereses morales como a los de seguridad nacional de Estados Unidos, ya que salva vidas y refuerza los lazos diplomáticos con las naciones receptoras. Afirmó que una pérdida de vidas a gran escala a causa de la epidemia de SIDA habría desestabilizado el continente africano, dejándolo vulnerable a actores malintencionados, como Al Qaeda.


Kate Scanlon es una reportera nacional de OSV News que cubre Washington.

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