Tenemos que participar en la política por el bien común
Mis Queridas Hermanas y Hermanos en Cristo,
En estos tiempos de incertidumbre política, es tentador ser cínico sobre las motivaciones y tácticas de los políticos y querer desentenderse de la política. Pero a pesar de lo que la gente suele decir, “política” no es una mala palabra. De hecho, como nos recuerda enérgicamente el Papa Francisco, los cristianos comprometidos y los ciudadanos fieles deben participar activamente en la política para garantizar el bien común.
Dadas todas las amenazas a las que nos enfrentamos aquí en casa y en otras partes del mundo, no podemos evitar preguntarnos: En una época de agitación política, ¿es realmente posible mantener la visión de los fundadores de nuestra nación de una sociedad libre que garantice la libertad, la justicia y la igualdad para todos?
Creo que la respuesta es un rotundo “¡Sí!”. Pero para tener éxito, todos los ciudadanos deben tener una confianza razonable en su liderazgo político, y deben participar en el proceso político de manera significativa.
Como escribió el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti: “Para que una sociedad tenga futuro es necesario que haya asumido un sentido respeto hacia la verdad de la dignidad humana, a la que nos sometemos. . . . Una sociedad es noble y respetable también por su cultivo de la búsqueda de la verdad y por su apego a las verdades más fundamentales”. (Fratelli Tutti, no. 207). Y, como hemos escrito los obispos de Estados Unidos en nuestra declaración 2023 sobre El Papel de la Iglesia en la Vida Pública (véase más abajo):
Las verdades que guían la vida pública pueden ser conocidas por la razón natural. La naturaleza sagrada de la vida humana, la igual dignidad de todos los individuos, la obligación de proteger a los vulnerables, la naturaleza y los propósitos del sexo, el matrimonio y la familia—no son verdades exclusivamente “religiosas”, sino verdades que todas las personas de buena voluntad pueden llegar a conocer sin la ayuda de la revelación. Nuestra fe católica ilumina estas verdades y por eso tenemos el deber de llevar esa luz a nuestra nación.
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