Culmina el año dedicado a San José
El Papa Francisco, con la Carta Apostólica Patris corde –Con corazón de padre–, dedicó todo un año a San José, desde el 8 de diciembre del 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021, recordándonos que él es el patrono de la Iglesia universal.
El año jubilar de San José, patrono de nuestra parroquia en West New York, nos ayudó a conocer más su persona, discreta y llena de virtudes.
Hace un año, cuando el Santo Padre nos anunció este jubileo, trazamos un plan que desarrollamos en la medida que nos permitió la situación de la pandemia que vivimos. Definitivamente, las actividades preparadas sirvieron para venerar la figura de San José y también para que regresasen a la iglesia muchos feligreses y probar que podíamos reunirnos con seguridad para la oración y la alabanza, y asistir a los servicios regulares de nuestra iglesia de San José de Palisades.
El primer evento que logró motivar y traer a varios cientos de familias alrededor de la figura de San José fue la novena que en su honor rezaron las 450 familias del programa de educación religiosa. Cada clase se reunió virtualmente, las familias rezaron en su hogar durante 8 sesiones y al noveno día concurrieron a la ceremonia especial en la que se engalanó nuestra iglesia, se rezó el último día de la novena y se cumplió con los requisitos para recibir el don de indulgencias especiales para este Año Santo de San José.
A lo largo del año, la catequesis, los retiros, la oración a San José al término de cada misa, la celebración de las fiestas patronales el 19 de marzo, la confesión, entre otras fueron las actividades que se vivieron en San José de Palisades para acogerse al don de indulgencias especiales.
La clausura de este Año Santo coincidió con la celebración de la Inmaculada Concepción, día que nos brindó la oportunidad de celebrar a María y a su casto esposo José en una gran fiesta espiritual que incluyó un concierto de música alusiva a los dos y una misa concelebrada por el párroco Rev. Helber Victoria, P. Edinson Ramirez, P. Richard DeBrasi y P. Jose Luis Soto.
Se pueden anotar algunos beneficios ganados en este jubileo, aunque habrá otros muchos que solo los devotos de San José podrán contar. El primero es que al cabo de un año pudimos volver a una normal asistencia a los servicios regulares programados y hoy tenemos casa llena en las 13 misas dominicales que se celebran en San José de Palisades. A partir del rezo de la novena a San José, un padre de familia decidió volver a la iglesia después de varios años de ausencia, testificó un catequista del programa de RICA.
“Mi esposo reza periódicamente la novena a San José y es la práctica de oración a la que toda la familia se junta; esto me llena de alegría”, comenta Mónica, una joven feligrés de San José de Palisades.
Niños, jóvenes y adultos que hoy conocen más y que se acercaron con más fervor a la devoción a San José son semillas que se sembraron en este año santo y esperamos que den sus frutos.
Esta gran iniciativa del Papa Francisco ha ayudado a fortalecer la fe, ha traído la esperanza y mantiene unida a la comunidad de San José de Palisades en West New York en este tiempo de pandemia.
La fachada de la iglesia de San José de Palisades en West New York, la fotografía es cortesía de P. Nelson Oyola.
