Ascensión, Asunción: ¿Cuál es la diferencia?

¿Qué es la Ascensión? ¿Cuál es la Asunción? ¿Cuál es la diferencia? El significado de estas dos grandes fiestas es a veces un poco confuso. Este año la Ascensión de Nuestro Señor es el jueves de mayo. Es un día santo de precepto. 

— La solemnidad de la Ascensión

La Ascensión celebra la ascensión de Jesús al cielo y actualmente se celebra en Estados Unidos el séptimo domingo de Pascua.

Hacia finales del siglo IV, San Agustín se refirió a su observancia como universal y duradera. Sin embargo, en los primeros siglos cristianos, la Ascensión pudo haberse celebrado junto con la Resurrección y Pentecostés: tres grandes fiestas juntas.

La ascensión de Jesús a la diestra de Dios Padre está verificada en las Escrituras. Marcos, al terminar su Evangelio con el encargo de Cristo a sus discípulos, dice:

“Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios” (16,19). En Juan 20,17, Jesús advierte a María Magdalena: “No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: ‘Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes’”. La tradición sugiere que Jesús ascendió al cielo en el Monte de los Olivos, cerca de Jerusalén.

La comprensión teológica de la ascensión de Jesús evolucionó a lo largo de los siglos. Originalmente, fue visto como la acción de Dios a favor de Jesús: una reivindicación sobre los enemigos de Cristo y sobre la muerte. Con el tiempo, se entendió que Jesús, como Dios, ascendió por su propio poder al cielo y a la gloria. La Ascensión marcó el fin del ministerio visible del Señor en la tierra. Jesús tuvo que ascender, como les dijo a sus afligidos discípulos, para enviarles el Espíritu Santo.

Celebraciones vívidas y coloridas enseñaban antaño las grandes lecciones de la fiesta. En Inglaterra, estandartes que representaban a Cristo como un león encabezaban procesiones de oración en las que un horrible estandarte de dragón que representaba a Satanás era ignominiosamente relegado al final de la procesión. El día de la Ascensión, en algunas iglesias medievales, se izaba una imagen de Cristo sobre el altar a través de aberturas en el techo de la iglesia. Mientras tanto, una imagen del diablo caía de las vigas para presentar dramáticamente la doctrina de la fiesta.

— La solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María

La Asunción de la Santísima Virgen María se celebra el 15 de agosto en todo el mundo. La Iglesia enseña que Dios llevó a María — en cuerpo y alma — al cielo, librando su cuerpo de la corrupción en reconocimiento de su inmaculada concepción y su maternidad del Hijo de Dios. María estaba, después de todo, “llena de gracia”. Las Escrituras se refieren a ella como la “hija muy favorecida” (Lc. 1,28).

Casi nada se sabe con certeza sobre la muerte y el entierro de la madre del Señor, y permanece abierta la pregunta de si María murió antes o después de lo que se supone. Las Escrituras no se refieren en absoluto a la vida de María después de la Resurrección. El Catecismo de la Iglesia Católica describe la asunción de María como cuando se cumplió el curso de su vida terrena (n° 966). Los primeros padres de la Iglesia expresaron diferentes puntos de vista sobre si María había muerto o fue “retomada” antes de su muerte real.

Sin embargo, si fue asumida al Cielo o no, no parece haber sido un tema de debate. Dos ciudades, Jerusalén y Éfeso, afirmaron que ella vivió y murió allí. Las noticias sobre su tumba vacía y su asunción comenzaron a circular inmediatamente después de su muerte. Algunos informes dicen que murió unos tres años después de la resurrección de Jesús; otros especulan que fue unos 15 años después de que Jesús muriera y resucitara.

En el Concilio de Calcedonia del siglo V, el emperador Marciano pidió tener y proteger los restos de María. San Juvenal, obispo de Jerusalén, le dijo al emperador que, aunque María murió en presencia de todos los apóstoles, su tumba fue encontrada más tarde vacía por Santo Tomás. Los apóstoles concluyeron que su cuerpo fue llevado al cielo.
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Catherine Odell vive en Indiana y escribe extensamente sobre temas catequéticos.