El Papa responde a las preguntas de cardenales sobre las bendiciones a parejas homosexuales y la ordenación de mujeres

CIUDAD DEL VATICANO — La Iglesia Católica, en búsqueda de la “prudencia pastoral”, debería discernir si hay formas de dar bendiciones a personas homosexuales que no alteren la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio, dijo el Papa Francisco.

En respuesta a una carta de “dubia” que le enviaron cinco cardenales pidiendo aclaraciones sobre cuestiones doctrinales, el Papa abordó en una carta hecha pública el 2 de octubre preguntas relacionadas con la autoridad del sínodo, la ordenación de mujeres y la bendición de uniones homosexuales.

El matrimonio es una “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”, escribió el Papa. “Por esta razón, la Iglesia evita todo tipo de rito o sacramental que pueda contradecir esta convicción y dar a entender que se reconoce como matrimonio algo que no lo es”.

Pero también es necesaria la caridad pastoral, y “la defensa de la verdad objetiva no es la única expresión de esa caridad, que también está hecha de amabilidad, de paciencia, de comprensión, de ternura, de aliento”, añadió. “Por ello, la prudencia pastoral debe discernir adecuadamente si hay formas de bendición, solicitadas por una o varias personas, que no transmitan una concepción equivocada del matrimonio”.

El Papa Francisco añadió que las decisiones tomadas en circunstancias concretas no deben convertirse necesariamente en una norma regulada por una diócesis o conferencia episcopal, señalando que “la vida de la Iglesia corre por muchos cauces, además de los normativos”.

Los comentarios del Papa se produjeron en respuesta a una carta “dubia” fechada el 10 de julio en la que cinco cardenales jubilados pedían aclaraciones sobre cuestiones doctrinales: El cardenal estadounidense Raymond L. Burke, el cardenal alemán Walter Brandmüller, el cardenal mexicano Juan Sandoval Íñiguez, el cardenal guineano Robert Sarah y el cardenal chino Joseph Zen.

La respuesta del Papa está fechada el 11 de julio, pero se hizo pública en el sitio web del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sólo el 2 de octubre, después de que los cardenales publicaran una carta de seguimiento. Habían entregado al Papa la segunda carta el 21 de agosto con preguntas reformuladas para solicitar respuestas de “sí” o “no”, pero no recibieron respuesta del Papa.

“Dada la gravedad del asunto de la dubia, especialmente en vista de la inminente sesión del Sínodo de los Obispos, juzgamos nuestro deber informaros a vosotros, los fieles, para que no estéis sujetos a confusión, error y desaliento”, escribieron los cardenales en una carta abierta explicando su decisión de hacer público el documento el 2 de octubre.

“El Papa ya les respondió”, dijo el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, al diario español ABC el día en que se hizo pública la carta. “Y ahora publican nuevas preguntas como si el Papa fuera su esclavo para los mandados”.

Los cardenales habían preguntado al Papa sobre la declaración de San Juan Pablo II de que “la Iglesia no tiene autoridad alguna para conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres”.

“Nadie puede contradecir públicamente” las normas actuales de la Iglesia que prohíben la ordenación de mujeres, escribió el Papa, “sin embargo puede ser objeto de estudio, como es el caso de la validez de las ordenaciones en la Comunión anglicana”.

La carta preguntaba si la sinodalidad podría formar parte de las estructuras de gobierno de la Iglesia como ejercicio de la autoridad suprema de la Iglesia, a lo que el Papa Francisco respondió que la sinodalidad “como estilo y energía, es una dimensión esencial en la vida de la Iglesia”. Señaló que la misión de la Iglesia “implica (una) participación real: que no sólo la jerarquía, sino todo el Pueblo de Dios de diferentes maneras y en diversos niveles pueda hacer oír su voz y sentirse parte del camino de la Iglesia “.

Además, dijo a los cardenales, “con estos dubia ustedes mismos manifiestan su necesidad de participar, de opinar libremente y de colaborar, y así están reclamando alguna forma de sinodalidad en el ejercicio de mi ministerio”.

El Papa también respondió a una pregunta sobre si la Revelación divina debe ser reinterpretada “según los cambios culturales de nuestro tiempo y según la nueva visión antropológica que estos cambios promueven”.

“La divina Revelación es inmutable y siempre vinculante”, respondió el Santo Padre, aunque “la Iglesia debe ser humilde y reconocer que ella nunca agota su insondable riqueza y necesita crecer en su comprensión”.

“Los cambios culturales y los nuevos desafíos de la historia no modifican la Revelación, pero sí pueden estimularnos a explicar mejor algunos aspectos de desbordante riqueza que siempre ofrece más”, escribió.

Respondiendo a una pregunta sobre la necesidad del arrepentimiento para recibir la absolución en el sacramento de la reconciliación, el Papa Francisco dijo que “no hay que exigir a los fieles propósitos de enmienda demasiado precisos y seguros, que en el fondo terminan siendo abstractos o incluso ególatras”.

El Papa subrayó que los sacerdotes “no somos dueños, sino humildes administradores de los Sacramentos que alimentan a los fieles”.

Por Justin McLellan, Catholic News Service.

Translate »
Twitter
Visit Us
Follow Me
Tweet
Instagram
Youtube
Youtube